martes, 17 de mayo de 2011

Finalmente me senté a hacerlo

Sí, aquí estoy, sentada en un sofá verde con marcas de tener más edad que yo. ¿Polvo? Sí, mucho pero es mejor que las sillas rígidas de la Biblioteca en la que me encuentro y que me ofrecen poca comodidad. Aquí estoy, sentada frente cientos de libros del siglo pasado que no me hacen sentir mas que ansisdad por no saber donde empezar.
Hoy es el día, hoy debo enfrentarme al montruo que me mira como queriendome devorar, mi ante proyecto. He prolongado este momento ocho meses, pero hoy es el día. ¡A agarrar al toro por lo cuernos! Tengo en este momento una sensación de querer huir. Me siento sola, confundida y, justo ahora, viene a mi alma el remordimiento de haberme alejado de Dios. Hoy por fín me enfrenté a la realidad de mi necesidad de él. No he escuchado la voz de Dios desde hace algún tiempo. Y no es que él no me hable, es sólo que cuando me habla prefiero escuchar mi propia voz.
Pero hoy lo necesito. Si él no empieza conmigo aquí a redactar mi anteproyecto, yo no sabré el camino ni tendré la sabiduría para realizar este proyecto.
Acabo de leer promesas que Dios nos dio y que me recuerdan que estoy a tiempo de regresar.
Hoy reconozco a Dios en todos mis caminos porque quiero que enderece mis veredas. Hoy doy el primer paso para mi titulación. Hoy agarro la mano del que todo lo puede para salir de esta.
Aquí empieza esto, aquí está la línea que divide el antes y el después. Hoy me lanzo a lo desconocido y a mis temores; pero no voy sola, voy con el Más Grande, con el que hizo la tesis más grande del mundo y tituló con honores. No tengo miedo porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario